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domingo, 30 de mayo de 2010

Produciendo productos

-Mirá, tengo un local de ropa en el que podrías andar de maravilla. Tenés el perfil que buscamos.

-Sin ofender, pero ni ahí vuelvo a meterme en un local.

-Pero, ¿por qué no?

   La charla con Omar era sólo de pasada, lo veía a veces en un barcito que iba. Él era un tipo tranquilo, no jodía a nadie. Salvo a mí, a veces. Era alguien sin metas en la vida, y eso a mi me jodía, no es que quisiera arreglarle su vida, pero si que él quería enterrar la mía. Ya había trabajado para alguien así, salvo que era una mujer, supuse que no sería muy distinta la cuestión.

-Mirá, ya estuve metido una vez en uno. No muchos meses, pero se sintió. Todo bien con el laburo, es guita. La necesitaba en ese momento y la hice, diez horitas por día de mi vida regaladas a esa gente, espero que les haya servido, a mí no mucho.- En ese momento ya se me subían las memorias a la cabeza en un torbellino y del mareo ya no sabía si le hablaba a Omar o a la judía de Scalabrini.- A veces me solía tirar en mi media hora de descanso arriba de una pila de jeans. Sacaba mi libro, hojeaba cuanto tenía para llegar al próximo capítulo, el tiempo no era mucho, y no me gusta dejar las cosas por la mitad. Por ahí arrancaba, leía algunas de las enseñanzas de don juan, si pasaba Walter -el único que valía la pena del lugar-  a buscar alguna cosa del depósito, le comentaba algo del libro que me había prestado y estaba leyendo. Pero generalmente el que me venía a hacer compañia era Karin y pretendía convencerme de que los veinte minutos en realidad habían sido treinta, y me daba por las pelotas. En esos lugares el tiempo parece detenerse, tus horas no sirven, no producen nada. Porque por los cinco mangos que te dan por cada una, la verdad te las regalo. Yo necesito ser productivo, conmigo mismo, producir conocimiento, producir felicidad, o producir odio, pero producir al fin. La vida monotona semanal de un negocio no lleva a nada.

   Traté de recordar lo que era un día de trabajo completo, lo multiplique por seis, le sume el domingo y cual joven que quiere ir a Bariloche en programa berreta dominguero, le dije a Omar sin repetir y sin soplar mis actividades, a saber:


 DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DOMINGO


   Un trago de birra, necesitaba un trago de birra. Lo deje al pelado en la mesa solo. Creo que no le importaba mucho, no se en qué punto me dejó de escuchar. Capaz era como alguno de los pibes que tuvo laburando y en algún momento se cansó y le fue a tirar toda la mierda encima. Salvo que ahí, a la tercer palabra al pibe le clavaban el sello en la frente de despedido y le dejaban en el bolsillo del culo las moneditas para el bondi.


TNN

1 comentarios:

Dorian dijo...

Me encantó cris!
no tengo mucho más q decir, buen relato

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