La posguerra de un fuego
sin pujas
de por medio.
La incandescencia del comienzo
en las brasas como pieles
porque deja de ser al revés.
Se enfrían en la cama, solas,
las muertes en vida.
Todas traídas por el granizo del consuelo.
Me tiraron, juntas, a tu abrazo
de sexo y ramas verdes.
De caricias que no crujen y tampoco prenden.
Pero hacen bulto y bulla
escalonadas escudriñadas apliadas
desordenadas todas
le dan al tiempo que no arregla
ni cura
un empujoncito
para que se siga cayendo
en la posguerra del fuego
en la incandescencia del comienzo y en los abrazos
todos traídos por el granizo del consuelo.-
TNN
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