la metrópoli dispara catástrofes de humo
y nadie quiere ser demasiado pesimista
en sus textos o en sus discursos
repartidos en la esquina,
desde un cajón de manzana, en épocas de antaño.
los soles del progreso,
y también sus noches,
han inundado la gran urbe con ofertas
y nacieron raros desmesurados.
que caminan sin nada que perder.
lo que no se pudre se quema,
me dice Lucianito atolondrado, lleno de luz y con los cachetes de tierra
que se robó del potrero de su barrio.
la metrópoli dispara catástrofes de humo
porque se ha fundido en los subsuelos
el deshecho resinoso que pudrió todo por adentro.
Ya, la tarde se aleja desarmada
en mil piezas que la formaron hoy sobre la costanera
sur
y rebota en el Río de la Plata.
que caminan sin nada que perder
porque se quema lo que no se pudre
la metrópoli muere hecha catástrofes de humo
y los andamios de suelo puro
premiados con la soledad
de las altas montañas o la quietud
de la llanura insonora
morirán cinco o diez minutos después
como mártires,
que caminan sobrevivientes
sin nada que perder
y con el reflejo del colapso en ambos ojos.
B
"Tras haber escuchado
la guerra en calma
los repiques del cráneo dejan
de ser una adicción" -
Fotos: Los pibes
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