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jueves, 28 de octubre de 2010

Desde el ascensor hasta él



Me causa gracia que seas así, tan tonta
te compraste una cerveza, sola
te prendiste tres puchos mirando la ventana
le mandaste mensajes a las estrellas
con la esperanza de que a miles de km
las pueda ver y se genere una conexión

Ya pasó, el hechizo se rompió
se acabó, en el fondo lo sabés

Mientras esperás en el departamento,
te servís un whisky
y escuchás un rock and roll…
no sos un poco patética
tratando de mimetizarte con él?
Así no va a volver…

Te probaste ropa y lencería
pusiste música y fuiste a abrirle la puerta
a otra persona
De nada sirve
sabés que mañaba te vas a despertar
pensando en él

Vas a seguir así mucho tiempo?
tenés que dejar de dramatizar un poco
Y dejarlo ir

espero que esté bien…


agu

lunes, 11 de octubre de 2010

Reina de la paz

Yo recé y nunca sentí nada
me confesé y no tenía nada para decir
pedí y no obtuve lo que quería
te puse a prueba y me devolviste lo peor

Dejé de creer

¿Cómo creer en algo que el hombre
puede modificar?
te pedí y no me diste
y actué

Ahora es tarde

¿Qué más decir?
me sirvo otro whisky
y te miro
¿me vas a juzgar ahora?



agu

lunes, 27 de septiembre de 2010

Creo que muero, que estoy enfermo
que estoy
listo

acá va lo último
y queda dicho en un blog
desde un cyber.
En la jungla de
concreto y
palo duro.

En una vuelta a la manzana, como buen periodista
y vecino - sin jactarme de nada - percibí
que, a un par, la comodidad les juega de 2
patadura
y una maquina de meter goles en contra.

Quiero decir más,
pero solo me sale eso.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La Ex-cava-ción

Pegado de coté,
de parado y
dormido también.

La anestecia para
ciudad

Está en la tercera vida
del cuello.

Jugado el dorso,
de los pies y
el pecho, de revés.

¡Que aburrida y cómoda quietud!

Si el embrollo fuera
menos de lo que es,
pero, en serio.

Si la bullea fuera
más zurda pa´ los mudos
que para los cuerdos.

B

Caacupé

Se me salen los pies de la realidad
de la vereda. Corte un grito
un eco,
por los brazos de algún cerro.

Arriba. "donde el verbo crecer deja
de ser insurgente", aseguró, declaró
vociferó, onomatopeyó, para fraseó.
Lloró.

Poca risa hay por los subtes.
No puedo perder de vista la ventana
con la nieve, fuego prendido
arbolito y plasma.

Comodidad."Más no así en los trenes", cantó bailando
una voz más piolita. Luego, la interrupción.
que certera.

De regreso a lo que te importa. Prosiguió:

Me compré un coche,
trabajo para una multinacional,
ahora Gesell es grasa.

Tomo buena pala,
ahora soy exquisito
y peco
porque, también,
empezé a rezar y voy a misa.

Los domingos me hago dos pajas
menos y la lengua me pica en cada esquina.
Rezo tres Ave María por cada bolsa que me tomo.
¿Viste? Ahora tranzo con el Vaticano.

Sisi, cobro bien. Pero me la deliro toda.
Mi cambio no fue estructural.
Modificamos algunas cosas, yo y mi nueva esposa,
que es virgen hasta el matrimonio.

Modificamos todo menos la verdad que nace
cuando estas solo
y las paredes se te caen, encima.

B.

*(Ka´akupe o Ka´aguy kupe, en idioma Guaraní significa, detrás del monte)

lunes, 2 de agosto de 2010

sin titulo 6

Los observadores de aves en el río muecan con sus tubos-ojos sin sentido. Sobre el paseo arquitectónico burgués, bailan y desfilan cuando vuelvo a la ciudad. "Sabemos que estás acá, pajarito del plata", dicen en voz baja en risas pillas en culos de paja y en bocas sucias.

B

descarte.

Profundo
pierdo el eje.

Oscuro
libro un viaje.

Residuos de ser humano hoy,
te pido disculpas.

Tan miserablemente predecible
que

con el reflejo escéptico
voy a volver a ser

temblor
o dudas.

B

viernes, 30 de julio de 2010

laboca delrío delaboca

que los gritos
que se salgan
qué me importa

¿a vos no te duele tenerlos cruzados en la garganta?

Los recuerdos de viejos que son se transformaron en alguna aparición en algún sueño de alguna noche. De tan viejos que están ya no son nada. Se rompieron cuando se me rompió la cordura, en mil astillas de hielo, de porcelana o de arena que se deforma con agua. Si ya no sé ni de qué estoy hecho.
¿y, a ella, por qué habrían de gustarle los espejos? Si los odia desde muy niña. La profundidad de los ojos mirando a los ojos. Con tanta mugre en las pupilas que van a la oficina, que desnudan en un hotel o que se tomán un pase en el último vagón del tren.

Arboledas y jardincitos
de sueños que
se quedaron estampados
en la capital

Cuantas libertades
                                                                 para tanta gente diferente
la empina o no la empina,
qué piensa tanto
                                              si se iría al mazo de un solo sorbo.

Si me espera o no,
afuera ya se me derrite la cara
y ahora
en esta plaza de La Boca
soy igual para el cuerdo y para el doblado


quién y qué momento representa la libertad
el reflejo del otro pasando por el del uno
zas!
subjetividad

El que se enlista atrás de un general gordo o el que aprieta con fuerza el paquete del bolsillo, por una calle de La Paz. Nada de frascos con rótulos. En esta mesada, la mierda se nos puede pegar a todos.

B.

lunes, 26 de julio de 2010

mi ser recorrido

Detuve el tren de mis pensamientos y me bajé en la estación de la reflexión, 
caminé por las calles de la incertidumbre, 
me detuve a mirar
 la felicidad 


de algunos pocos que la disfrutan. 


Sin mas que hacer me alejé de esas calles 
- un boleto al olvido por favor! - 
 El tren se alejó y con el una historia de esas que cambian nuestro parecer. 


Sar

martes, 20 de julio de 2010

sin título 4.

Estoy conversando con vos
a través de mi.

Si esto no es volverse loco,
me pregunto cuándo
voy a dejar de temblar.

Caminar por Congreso
a unas uñas del invierno,

Si esto no es atravesar a
un invisible, de distancia,
voy a dejar de rabiarme.

Hojas amarillas en la puerta del Gomón,
vas vos.

fauces rayadas, con los cachetes
rojos y una bufanda de carnaval
que me hizo perder
la métrica.

B.

jueves, 15 de julio de 2010

¡Realmente, yo vivo en tiempos oscuros!
La palabra ingenua es absurda.
Una frente lisa indica insensibilidad.
Aquel que rie no ha recibido aún la terrible noticia.
Qué tiempos son estos en que un discurso sobre árboles es casi un delito
porque implica silencio sobre tantas fechorías.

Me gustaría ser cuerdo. 
Está escrito en los libros antiguos, lo que significa cuerdo:
marginarse de las contiendas del mundo y la breve vida, 
transcurrir sin temores, también vivir en paz y sin violencia,
el mal resarcirlo con el bien,
los deseos no satisfacerlos sino olvidarlos,
esto sería ser cuerdo.

Nada de esto me es posible.
Realmente, yo vivo en tiempos oscuros.


Bertolt Brecht

viernes, 9 de julio de 2010

-

                      demasiadas pistas en los senderitos del bosque
                                             conducen al delirio perdido.

                                                          ese que fue tirando
                                                                 gomas
                                                    para que lo encuentren
                                                          por si se extravía
                                                          en el camino.




                                                   autoreferencia viene, pido perdón.


pero, yo siempre fui partidario
                                                                                   de que patear por las cornisas
no solamente es divertido

sino que, también, es enriquecedor.

B.

te lo regalo enano, si todavía me lees

jueves, 8 de julio de 2010

sin título 2.

Afuera sigue siendo miércoles

pero, en este barcito de Once,
con sillas cuadradas
y puertas de cuentos viejos

festejo
la birra

tan sencillo como una piñata,  roja y estirada.

afuera sigue siendo miércoles

pero, las cosas marchan muy bien
y mañana es mi cumpleaños

festejo
caminaré por Córdoba, la avenida
bien de verano

                                                     tan sencillo como un globo que ya explotó o un pez que se la tira de algo.


B.

lunes, 5 de julio de 2010

sin título 1.

hoy, por anónimo, no quiero

que se haga de día.

navaja de barbas crecidas
que me quita en cabello
poder de opinión y años de vida.

                                                                                  verte dormida es
                                                                                  el error que no me voy a perdonar

                                                 al menos
hasta la próxima
voz
del encuentro.

hoy, por ingrato, me entorpece
el epicentro de la noche

circo de imágenes vencidas
que me ha dado justo, en la caída
poder de trepar y maña de amanecer.

miércoles, 30 de junio de 2010

lo que no se pudre, se quema

la metrópoli dispara catástrofes de humo

y nadie quiere ser demasiado pesimista
en sus textos o en sus discursos
repartidos en la esquina,
desde un cajón de manzana, en épocas de antaño.


los soles del progreso,
y también sus noches,
han inundado la gran urbe con ofertas
y nacieron raros desmesurados.


                                                          que caminan sin nada que perder.


lo que no se pudre se quema,
me dice Lucianito atolondrado, lleno de luz y con los cachetes de tierra
que se robó del potrero de su barrio.


la metrópoli dispara catástrofes de humo
porque se ha fundido en los subsuelos
el deshecho resinoso que pudrió todo por adentro.

Ya, la tarde se aleja desarmada
en mil piezas que la formaron hoy sobre la costanera
sur
y rebota en el Río de la Plata.


                                                                            que caminan sin nada que perder


porque se quema lo que no se pudre
la metrópoli muere hecha catástrofes de humo

y los andamios de suelo puro
premiados con la soledad
de las altas montañas o la quietud
de la llanura insonora

morirán cinco o diez minutos después

como mártires,
que caminan sobrevivientes
                                                                                          sin nada que perder
y con el reflejo del colapso en ambos ojos.


B


 









"Tras haber escuchado
 la guerra en calma
 los repiques del cráneo dejan
 de ser una adicción" -

 Fotos: Los pibes

martes, 29 de junio de 2010

mejor ni mirar

La paleta de posibilidades se volvió gigante. Es análoga de la locura con la que el narigón de pelo largo y blanco recorre esa parte de la plaza Bernardo Houssay. Con los ojos en fuego recorre cada recoveco. “Cómo la pude haber perdido la puta madre”, repite. Dice eso y nada más. Cerca de el, estábamos yo y una señora gorda con grandes aros brillantes y las piel de las manos caída pero almidonada con anillos. Pasa y nos mira con la certeza de que, alguno, se ha encanutado lo que el perdió. Anda con ojeras de ayer y la barba de un poco más. Simétricamente camina fuera de sus cabales. Mejor ni mirar. Esa tarde, me sorprendió mientras el sol de invierno se caía atrás de la Facultad de Medicina. Pensaba en una antigua muy antigua muchachita de la que estuve enamorado. Vivía en el corazón de la Avenida Corrientes, o más bien, a media cuadra de allí.




Ella tocaba el timbre en una iglesia de Once todas las tardes a las seis. Lo hacía desde los ocho años y ya estaba terminando el colegio secundario. Primario y secundario, ambos, en colegios de la zona. Siempre el mismo recorrido de vuelta a casa.

El bar en la esquina de Córdoba y Callao. Conocía a todos los mozos, amigos de su padre. Con el paso de los años y las crisis quedó solo uno conocido. León. Primer hijo de una familia Trotskista. Le regalaba una flor cada viernes que ella pasaba por allí, mientras recitaba su tan característico “buenas Tardes, señorita", con la ceja derecha levantada. Luego, el gigantesco edificio de Aguas Argentinas con el sol de mediodía justo arriba estirando los picos y puntas de la construcción casi 20 años más vieja que la joven, que le tapaba los rayos asesinos del sol cuando volvía de gira, con los ojos entrecerrados y ausentes de lucidez.



Cuando nos dejamos de ver, ya no estudiaba. Sin embargo, fui algunos días a las seis de la tarde. Me paraba en la puerta de la entrada administrativa que tenía el templo. No fue nunca más. Me comentaron, tiempo después, que se había mudado a José C. Paz. Allá al Oeste, con una amiga, que vivía cerca de la villa Papelito. Un bario tranquilísimo, de gente trabajadora, me dijo una conocia de ella con la que todavía hablo. Seguía estudiando sociología en la Universidad de Buenos Aires, pero laburaba cerca de su casa. Fui algunas veces más a la iglesia, a veces tocaba el timbre.Después, pasaba pero ya no me quedé nunca más. El párroco mandó a poner cámaras. Dos, una arriba de cada extremo que tenía la puerta de madera maciza. Dejé de ir. Supongo que ella también. Mejor ni mirar. Así, de esa forma, suena todo distito, porque ya se hizo de noche en este banco de cemento.

B
fotos: los pibes

viernes, 11 de junio de 2010

miniciclo como viene



decido que de todas formas duele. decido que decido. cierro los ojos y elijo, no existe fácil o difícil. en nadie. decido que elijo. la difícil. otra vez. los ojos ya me duelen. me decido a doler. elijo que decido que no duele. porque de todas formas va a doler.
el diente que le falta a tu verano, lo guardo. yo y mi almohada. justo entre las plumas de la magia desacartonada. junto a los pájaros que perdieron el miedo y a la izquierda de los que se cruzan en el camino. corte liebre de madrugada. y cuando pienso en devolverlo siempre pasa lo mismo. me acuerdo que las caras se repiten sin parar. una tras otra. todas escritas por las mismas teclitas de la misma máquina de escribir. tic tic tac tic tic tac.


¿te perdona tu figura?
de pie frente al encierro
tus gusanos de sueño
se desperdigan ahora
por la pata de un ajeno.

los zancos del que baila
serían más cortos
si nos tocara morir en ese cielo de virtudes

cuajo entre los dientes
cuando ya pasaron varios soles
de pie frente a los espantapájaros
con los castos
que nacen y mueren cargando el peligro
de someterse al desprestigio

¿te perdona tu figura?
pasan seguidos como escalera de crepúsculo
los parásitos transformados en rabia
de baba

cuajo de los zancos que siguen siendo cortos
sin preparar
para someterse a tal augurio
de tortura
de tal magnitud

¿te perdona tu figura?


B

lunes, 7 de junio de 2010

La primera



Cada uno con lo suyo,
esa es la ley primera.
Si no tenés más que yuyo,
te devoran los de afuera.

"Esto es pura libertad,
sólo el vago no llega".
Yo digo que es la maldad,
lo que a tus frases ciega.

¿Por qué actuamos así?
¿es que estamos perdidos?
Mirá el fuego de mi vela,
la que ilumina caminos.

Me ves tonto cuando digo,
que no hay que buscar plata.
Que en las pequeñas cosas,
está la sonrisa grata.

No quiero cambiar sistemas,
yo no comunico ismos.
Se hablan todos lo temas,
por el amor a los mismos.

Y si en el torbellino,
alguien lee lo que escribo,
me gratifica que sepan,
que aun así sigo vivo.


TNN

miércoles, 2 de junio de 2010

¿Cómo quiero recordarte?

Te conocí en un carnaval ambulante, y te saque la ficha al toque. Entre caretas y minas que mueven el culo, tus ojos me llamaron desde el principio. Yo soy más discreta, no tan llamativa como vos, por eso no te diste cuenta. Venía de otro mambo además, no estaba para el cortejo…
Paso el tiempo y todo fluyó, hay cosas que nos unieron desde el principio, y por eso nos mandamos cagadas también. No te quería más que a cualquiera, pero siempre estabas ahí sin planteos y hacíamos lo que nos pintaba, éramos buena compañía. Además del sexo, que era muy bueno, nunca teníamos problema con el lugar ni el momento. No somos de hablar mucho, a veces no necesitábamos palabras para entendernos.







Después, aquel dolor y esa visión por la que te llame llorando, que me persiguen de por vida. Me tranquilizó escucharte por teléfono, pero necesitaba que estés más cerca.
En la encrucijada del destino, yo elegí quererte, y vos me dijiste: “amor, no quiero boludearte”. A los meses me estabas sometiendo de nuevo.
Buen viaje me dijiste, y yo te dije hasta nunca. No necesito volver más. Te portaste como una mierda y con eso me dejaste ir, sabías que, sino, no te hubiera olvidado ¿Lo sabías? ¿O sólo eso era lo que tenías para darme? No se si alguna vez te amé o sólo tuve la ilusión de que me quisieras. Prefiero recordarte como alguien que me acompañó durante un momento bisagra en mi vida, después de todo, creo que marqué la tuya también.

agu
Así qué de esta forma es como sucede lo que vaticinaba. Desde acá veo todo. Estoy en el medio y parada sobre una piedra. Desde acá, el mar se retuerce en mil golondrinas que escapan. Se me mojaron las sandalias y el vestido verde manzana, hasta la altura del ombligo. El agua sube y la piedra desaparece. Así qué de esta forma es como llega el porvenir. Húmedo y limpiando la gilada. ¡Libre!
por fin
vuelo
sin poder respirar
vuelo
en el fondo del mar

acubada

el sol se puso por el medio
de los ocho andenes,
en la Estación Retiro

masas vagabundas de almas en pena
teñidas de naranja oscuro
con las chapas y los lomos de los trenes

Así sigue, hambrientos de ser aplastados,
apilados como ladrillos
sellados y por los cuatro costados

veloces como un vírgen
se casan las personas y las ideologías.
con la destreza de una plastilina

los extremos se doblan hasta cerrar el círculo
y de repente la posta es ser funcional al diámetro y al radio.
caminan en la mismas direcciones con la promiscuidad del ganado
tenidas de naranja oscuro
derritiéndose entre las chapas y los lomos de los trenes



de una muy piola calidad el video!
LOS DOS CUENTOS DE ACÁ ABAJO SE PASAN!

B

martes, 1 de junio de 2010

La mancha roja

    Allá por los años de posguerra, en una casa del sur de Michigan, el pequeño Timmy, de 9 años de edad se miraba el pie con terror. Lo que había sido un simple motivo de comicidad hoy lo tenía a mal traer. Parecía ser que por un pequeño defecto de crecimiento, el dedo pequeño de su pie derecho se levantaba y viraba a la izquierda, montandose al consiguiente. Asimismo, conservaba sangre en vez de dejarla correr y esto hacía que se tornara de un color rojo violaceo, que resaltaba frente a los demás dedos blancos.  
    Timmy no se animaba a contarle de la evolución continua de su dedo a su padre. Él era una persona importante, trabajaba como secretario en el Comité de Actividades Antiestadounidenses. El pequeño no entendía del todo de que se trataba el trabajo, pero siempre que su padre se quedaba hasta largas horas de la noche jugando naipes con sus amigotes de la oficina, Timmy oía desde la escalera frases como "todo lo que se torne a la izquierda debe desaparecer". Esto lo asustaba mucho al niño, que miraba su pie y no comprendía lo que pasaba. Ya habían tenido un episodio hacía poco tiempo con su padre, y había sido inflexible. Le había hecho descolgar todos los posters que tenía en su cuarto de Charlot, el personaje que Charles Chaplin interpretaba en sus películas, porque "ese sucio comunista sólo merece ser colgado de una manera, del cuello". Cuando supo que el actor había sido mandado a otro país, a otro continente por esa causa, fue el quiebre para Timmy, decidió enfrentar a su padre.
    Una noche, cuando el adulto llegaba a casa, fue interceptado por su hijo antes de entrar en su oficina, aunque este le pidió entrar, así la madre no se enteraba de la aterrante situación.
    Mientras Timmy se descalzaba su pie derecho, habló con voz firme:- Papá, creo que soy comunista.
    El padre absorto y balcuceante trató de persuadirlo:- Pero Timmy, ¿de qué hablas?, tu ni siquiera sabes lo que es el comunismo. Eres un buen chico.
    Decidido a ir hasta el fondo del asunto, sin importar las consecuencias, el niño le mostró su pie y más precisamente, su dedo color sangre que viraba a la izquierda. -Acá está la prueba, papi. ¿Ahora tendré que irme a vivir con Charlot?¿Tendré que dejar Estados Unidos?- añadía mientras le caían las primeras lágrimas- Papá, no quiero irme, no quiero ser comunista.
    A esto, el padre, ya con una sonrisa de alivio le dijo:- No querido hijo, tú no tendrás que irte. Eres un buen chico, tú irás al cielo. Ahora vamos a la mesa, que tu madre nos espera para una cena en familia.- Abrazó al chico, le beso la frente y salieron juntos al pasillo.


TNN

domingo, 30 de mayo de 2010

Produciendo productos

-Mirá, tengo un local de ropa en el que podrías andar de maravilla. Tenés el perfil que buscamos.

-Sin ofender, pero ni ahí vuelvo a meterme en un local.

-Pero, ¿por qué no?

   La charla con Omar era sólo de pasada, lo veía a veces en un barcito que iba. Él era un tipo tranquilo, no jodía a nadie. Salvo a mí, a veces. Era alguien sin metas en la vida, y eso a mi me jodía, no es que quisiera arreglarle su vida, pero si que él quería enterrar la mía. Ya había trabajado para alguien así, salvo que era una mujer, supuse que no sería muy distinta la cuestión.

-Mirá, ya estuve metido una vez en uno. No muchos meses, pero se sintió. Todo bien con el laburo, es guita. La necesitaba en ese momento y la hice, diez horitas por día de mi vida regaladas a esa gente, espero que les haya servido, a mí no mucho.- En ese momento ya se me subían las memorias a la cabeza en un torbellino y del mareo ya no sabía si le hablaba a Omar o a la judía de Scalabrini.- A veces me solía tirar en mi media hora de descanso arriba de una pila de jeans. Sacaba mi libro, hojeaba cuanto tenía para llegar al próximo capítulo, el tiempo no era mucho, y no me gusta dejar las cosas por la mitad. Por ahí arrancaba, leía algunas de las enseñanzas de don juan, si pasaba Walter -el único que valía la pena del lugar-  a buscar alguna cosa del depósito, le comentaba algo del libro que me había prestado y estaba leyendo. Pero generalmente el que me venía a hacer compañia era Karin y pretendía convencerme de que los veinte minutos en realidad habían sido treinta, y me daba por las pelotas. En esos lugares el tiempo parece detenerse, tus horas no sirven, no producen nada. Porque por los cinco mangos que te dan por cada una, la verdad te las regalo. Yo necesito ser productivo, conmigo mismo, producir conocimiento, producir felicidad, o producir odio, pero producir al fin. La vida monotona semanal de un negocio no lleva a nada.

   Traté de recordar lo que era un día de trabajo completo, lo multiplique por seis, le sume el domingo y cual joven que quiere ir a Bariloche en programa berreta dominguero, le dije a Omar sin repetir y sin soplar mis actividades, a saber:


 DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DESPERTADOR ROPA TOSTADA BONDI REJA ESCOBA PERCHEROS CLIENTES SANGUCHE CLIENTES PERCHEROS ESCOBA REJA BONDI CENA CAMA DOMINGO


   Un trago de birra, necesitaba un trago de birra. Lo deje al pelado en la mesa solo. Creo que no le importaba mucho, no se en qué punto me dejó de escuchar. Capaz era como alguno de los pibes que tuvo laburando y en algún momento se cansó y le fue a tirar toda la mierda encima. Salvo que ahí, a la tercer palabra al pibe le clavaban el sello en la frente de despedido y le dejaban en el bolsillo del culo las moneditas para el bondi.


TNN

viernes, 28 de mayo de 2010

la movida !

¡nuestros textos y dibujos
a las paredes!
una lectura del que frena
suma suma
a la ruptura de estructuras
porque
lo que acá importa es el cambio
que se hace
y no solamente se dice

  los pibes



cuando el espíritu
se desvanece
aparece
la forma

Charles Bukowski


no seamos actores de nuestras
propias máscaras
interprentando papeles de otros autores

Antú



El peor infierno es no reconocer la consecuencia
de los propios actos

Alejandro Dolina

La utopía está en el horizonte.
Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.    Entonces ¿para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para seguir caminando.
Eduardo Galeano



A todo dices que si a nada digo que no
para poder construir la terrible
armonía que pone technos los corazones

Sumo



Jugando al Scrabble
Olga creyó que cerro iba con S.
Se empecinó.
Al final apostamos y le gané
la cola.
Después no la quiso poner
porque “eso se hace con amor,
y vos no me amás”.
Pero esta es casa de jugadores
acá las deudas se pagan.

Vicente Luy




  Duro inconformista, sin civilizar, 
ven a nuestros brazos dejate domar,
si eres jóven y rebelde,
Coca-Cola te comprende

Y los ricos se agrupan en la lucha final,
mientras van cantando su internacional.
Le pasan a Dios su tanto porciento, 
y el Mundo es una bomba de tiempo

Así, así, así es la vida.


EVARISTO


                           
Pase lo que pase, sea lo que sea,
A TU MANERA!

Manu Chao


¿Te importa mucho qué dios exista?
¿te importa qué una nebulosa te dibuje el destino?
¿qué tus oraciones carezcan de interlocutor?
   ¿qué el gran hacedor pueda ser el gran injusto?
    ¿qué los torturadores puedan ser hijos de dios?
      ¿qué haya que amar a dios sobre todas las cosas
    y no sobre todos los prójimos y prójimas?

        Mario Benedetti



- ESCAPARÉ HOY DE ESTA PRISIÓN Y CORRERÉ HACIA EL SOL -




                                              nos vemos en dinsey!

jueves, 27 de mayo de 2010

recuerdo, me viste escrbiendo esto

La sangre corre por los vicios y no al revés. Si no circula, se estanca. Es una fija que aprendés cuando te dicen que la laguna no es tan pura como el lago. ¿Es verdad? Creo que estuve en muchos lugares sin detenerme en sus personajes. Escribo en la tapa vieja de un libro todavía más viejo. Afuera, Corrientes me hace crispar los sentidos como un tenedor que raya un plato metálico. La velocidad me saca ronchas del mal humor. Suena burgués ¿no? Me improta poco. Me tomo todo el vaso y me voy para el tren.
Siempre que me subo me acuerdo de la vuelta que jalé nafta con unos fisuras. El último de un martes. Tres sombras, me acuerdo las voces y no las caras. Uno hacía malabares en las esquinas. Venían de un centro cultural, doblados a la mitad, como una hoja. En el bolsillo tenían una botella de pepsi llena de Super. El líquido era azul, transparente y brillante al mismo tiempo, pero no me acuerdo de las caras. Afuera llovía y el agua se metía por todos lados. Yo estaba sentado en el piso. Giré la cabeza por sobre el hombro derecho y vi venir a un policía con un capote largo y oscuro, que dejaba su semblante de pequeños charcos en el piso húmedo e inmundo mientras el ortiva avanzaba. La luz de un paso a nivel, las caras, las cicatrices y los ojos oscuros brillosos hasta estallar.

Las muchedumbres que vuelven a casa pasan por el frente del bar. Para todos sigue siendo lunes.

A veces, la narrativa no alcanza. Otras si. Los pómulos se encierran en los huesos de la cara. Las burbújas. Las burbujas de la vida que corren a sus portones para evitar los robos.
En este bar no sucede nada de eso. En este bar Divina tv fuhrer, mi amor. Increible.
Me estoy levantando y justo la veo cruzar el vidrio. Desaparece. Pasa horizontal a la puerta. Salgo a interceptarla. Que buen culo, siempre lo dije. Tarde, se empieza a perder en el asesinato de la velocidad. ¿Es o no? No sé, ya estoy tímido para gritar. No grito.
- mi cabeza - ¡Eh, Melisa! - me acuerdo que vos vivías por acá -

miércoles, 19 de mayo de 2010

haber sobrevivido

se hizo de invierno
en esta noche.

el ladrillo a la vista
uno arriba del otro
foquitos
pelados
que me hacen acordar

a las calles de La Paz
las caras aindiadas
me rozan el brazo derecho

y el jolgorio de haber sobrevivido
me toca el izquierdo
para avisar

que se hizo de invierno
en esta noche

TNN

de baba a maripa

ahora ya tenés
mil mañas nuevas
para pasar de baba
a mariposa

por mierda en los zapatos
ya no necesito decir
a dónde paro

por suerte en la goma
aprendí a decir la verdad
que duele nada más
en la primer impresión

en cada bondi de vuelta
anduve sabiendo
eso de que una manzana podrida
arruina a todo el cajón,

eso de que el que tiene quiere
pellizcarle el escalofrío
- como buen incoformista -
al que pase por enfrente
para sentirse agitado por lo que agita
al que estaba al lado
ya no le pregunto

con quién baila
me río de que a lo que se viene
le falta un diente.

ahora ya tenés
mil vueltas en tren
para pasar de baba a mariposa
de tanta
mierda

en los zapatos
yo
ya no necesito decir
a dónde paro.-

TNN

La partida

    F abrio la partida. Su peón blanco se adelantó amenazante hacia las líneas enemigas. Del otro lado J devolvía con una apertura defensiva, parecía estar acostumbrado a que sus piezas fueran las atacadas. En una embestida menos agresiva, la voz del jugador blanco irrumpió en el silencio: - Sabes qué, me parece excelente el nuevo proyecto para la villa, juntar a la gente es clave.- Al mismo tiempo, un caballo llegaba para apoyar al peon que ya dominaba el centro del tablero.
    Del otro lado J levantó la mirada pero volvió a bajarla ni bien los ojos de F se clavaron en los suyos; todavía le costaba acostumbrarse a ese color tan claro que le parecía que podía penetrar dentro de él. Movió el caballo de pelaje negro  con mano algo temblorosa y lo ubicó cubriendo la posición del rey, mientras de su boca salía un hilo de voz que recibía el comentario de su interlocutor con un gracias cortito y sin "ese" final.
    El blanco todavía con la mirada fija sobre su oponente movió la mano que sostenia el alfil hacia adelante en angulo de 45°. Antes de que se estacionara en el casillero elegido con antelación, volvió a hablar: - Se nota que querés a tu barrio, esos pibes varias veces te la hicieron sufrir y vos les seguís dando de comer, les abrís la canchita para que corran un rato atras de la pelota.-
    El negro primero respondió, ganaba algo de tiempo para su movida. - Son guachos todavía, no saben lo que hacen- y corrió alguno de los peones para el medio, tratando de esquivar la desmontadora enemiga que avanzaba por el centro del tablero.
    Otra vez en la envestida, F tomó el peón que más le gustó y lo hizo avanzar a la batalla que ya estaba por florecer, salvaje, delante de sus ojos. - Pero en serio creo que le hace muy bien a los chicos, desde que estoy viniendo a enseñarles que noto un buen cambio en ellos. Necesitan la atención, cariño es algo que sólo tocan de oído.-
    J tomó rapidamente una de sus piezas, pero la hizo bailar entre sus desos al ritmo que decía: - Y si negrito, vos no sabés como nos trata la gente. Si andas por sus calles te miran mal, no nos permiten andar por donde ellos andan. Y no se qué les hicimos, sólo nos buscamos la vida, tratando de no joder a nadie. Pero parece que llevamos la cruz en la frente, y aunque la tratemos de tapar con la gorra, ellos la ven igual.- Finalmente, el peón cayó en un casillero.
    -Sí, yo siempre pienso, la gente realmente es muy dura con el prójimo, más con la gente que vive el día. Se sienten safisfechos de haberle tirado una moneda a alguno en la calle, y después piden que vuelvan las botas cuando ven la realidad masticada por Telenoche. Se cruzan de vereda cuando ven a alguno con cara sospechosa, por miedo, por miedo a quedarse del mismo lado y que no pase nada, por miedo a que esa verdad que consumieron sea mentira. No poder sentirse superior, mejor, es algo que algunos no pueden soportar.- Un caballo saltó un par de casilleros.
    Y así, fervorosos en la charla, exponiendo sus ideas, mamando las del otro, siguieron moviendo piezas, pero al ritmo de la conversación. Algo así como lo que se hace para ejercitar la rapidez mental, el "jugar sin pensar". Pero sin embargo lo suyo era distinto, porque sí estaban haciéndolo mientras movían, su charla estaba llena de pensamientos. Así como en el ejercicio, que después de un rato se debe tomar una pausa para analizar el tablero, a ellos el primer momento vacío de la charla les trajo una sorpresa. Las piezas habian avanzado, habían salido de su refugio, se habían encontrado con las del otro color, habían traspasado las primeras líneas contrarias, pero nunca se habían atacado. Así, negros y blancos habían podido convivir.


TNN

martes, 18 de mayo de 2010

ya no tiembla

La posguerra de un fuego
sin pujas
de por medio.

La incandescencia del comienzo
en las brasas como pieles
porque deja de ser al revés.

Se enfrían en la cama, solas,
las muertes en vida.

Todas traídas por el granizo del consuelo.

Me tiraron, juntas, a tu abrazo
de sexo y ramas verdes.

De caricias que no crujen y tampoco prenden.

Pero hacen bulto y bulla
escalonadas escudriñadas apliadas
desordenadas todas
le dan al tiempo que no arregla
ni cura

un empujoncito

para que se siga cayendo
en la posguerra del fuego
en la incandescencia del comienzo y en los abrazos

todos traídos por el granizo del consuelo.-

TNN

carpa de todas las luces

La familia del circo
de seis hijos
con habilidades que los sacan
de la mediocridad

les gusta exhibirlas,
mostrarlas y hacerlas saludar,
girar en el epicentro de arena
alrededor de los tablones
azules, rojos y con estrellas
redondo en el medio

los reflectores y hacer
para que todos sepan.

A Raffin, el mayor,
hoy le dieron
un león que vino de los prados
donde se mata o se muere
para que adiestre:

animales en cautiverio
ahí
no tenemos diferencia.

León viejo
con el corazon como
piedra a prueba de látigos
como pared desvencijada
que todavía no deja
pasar ruidos aunque se caiga
a pedacitos.

El gran Raffin lo tiene
que domar en ocho
jornadas para la última función
en este pueblo con calles
de tierra atestatadas las cantinas
de almas que rinden cuentas
y amores
a los golpes.

En ocho días a otro pueblo
de silencios rotos por cascos
en las patas del caballo y mujeres
con trenzas y tranzas y vestidos
rojos y blancos
a cuadritos
luce
sale
salta
juega
y corre.

Después del dolor, manejamos cualquier cosa
después
del impacto
lo creemos irrepetible.-



No sé si ves las cosas que están al revés subís de tono y te pueden apalear. ¿ Y el cambio qué?  sentado podes esperar el se la lleva y yo quiero trabajar. ¿No ven?
abran paso que viene un tren de rabiosos hasta morir de esos que ya no quieren ver,
los de bronca por dentro .-
TNN

Intorspección

Sumérgete en tus pensamientos y encontrarás la escencia que te motiva a tomar desiciones.

Descubrirás los horrores de la mente y el absurdo de tu existencia, hasta que te des cuenta que puedes o no cambiarla, aunque en definitiva es de poca importancia.

Nitsuga

032

Pañuelos grises sin lágrimas que secar

Son la uña encarnada,
Un instrumento desafinado,
O un florero vacío

El espiral de emociones comienza a girar
Se cumplen los ciclos
Y todo vuelve a lo mismo

La vida acaba en muerte
La muerte, si fue digna, en alivio

Lo sin sentido se vuelve específico

Nitsuga

amor sos vos

El recorrido del tren está cortado por una calle de poca circulación. Abajo del puente, dos travestis gordos coqueteaban con unos muchachos. Nosotros nos aproximábamos rápido, borrachos. En las primeras horas del domingo, apenas terminado el sábado, cualquier porteño, o persona que habite en la Capital Federal, puede sacar una porción del enorme caldo de vicios que se cocina aquí.



La ciudad se enciende ante nuestros ojos. Recorrimos el mismo camino que cuando fuimos. Salimos a Santa Fe y Puente Pacífico estaba, inmenso, ante nosotros. Avanzamos hasta cruzar la avenida. Avalanchas interminables de autos arremetían contra los semáforos en verde.

TNN
tema: mataplantas

Asomarse

Todavía que re spira mos
Cuando deberíamos estar mudos
en el fondo del mar.







- Todavía que tropezamos
siempre con la misma piedra -
Grita encerrado en los azulejos
Rabioso de querer hablar
Por esos ojos de marfil

Bailan paralelos al carnaval,
desfilan entre los rezagados de esta octava

Todavía que tropezamos










Siempre con la misma caída
El milagro debería asomarse.

                


TNN

cuando de noche la cabeza

- Loco, ¿tenés un cigarro para convidarme?
- Si. cómo no.
Sacó un Viceroy y se presentó estirándome la mano. "Un gusto, el Tano". Cuando le dije mi nombre no escuchó, todavía tenía los auriculares puestos.
La nieblita de la noche del invierno estaba alta hasta la mitad de la calle y en la estación, un frío de locos. Nos pusimos a hablar, ahí, mientras esperábamos el tren en el banquito donde me sentaba a esperar cada vez que volvía de Padua a Once.
Vino el tren, uno de los últimos del domingo. El tano hablaba mucho, era claro y te hacía entender cuando subrayaba una idea. El énfasis casi desquiciado de los que no pueden dejar sin contar ningún detalle de la historia. Claro y verborrágico porque se puede acabar la charla y no te contó una de las cosas más importantes, una más.



Castelar. "Doble vida. Siempre me di mañana con las manos. Desde chico, viste. Construcción, electricidad. Corte, maestro mayor de obras. Y pegué como encargado de un complejo de 6 edificios, en Quilmes. Re parado estaba. Pero de noche salía a poner coches, porque siempre faltaba, viste". El Tano me caía bien. Es difícil de discernir, con las personas que no conozco, si están mintiendo o no. Pero era copado. Con los ojos grandes, consternados y brillosos como un faro, pero no parecía un tipo con malas intenciones.
Ramos Mejía.
- Loco, ¿no te copas y te bajás en Ramos y te invito un vino. Así te termino de contar la historia? El bondi que me tomo pasa acá.
- Eh, bueno dale, le dije. Si total, no tenía nada que hacer.
 Fuimos a mear atrás de la estación. La nieblita de la noche de nuevo y ya era lunes. Caminamos para buscar un lugar a donde vendan vino. Caminamos por algunas cuadras adentro de la avenida, por la avenida, nada. Volvimos al mismo lugar, las sombras que dejaban de ser sombras en la luz del paso a nivel en las vías. Alguien había prendido fuego unas bolsas de basura atrás de un puesto de flores cerrado. Y las sombras seguían siendo sombras que se deslizan a la noche por el pavimento. Por la vereda. Y de nuevo a caminar en la calle "para no delatar miedo", dice el cordobés Vicente Luy.
- Bueno, vieja, no pasa nada. Pero algo vamos a tomar, aunque sea unos pases.
El tano buscaba en los bolsillos, yo me estaba fumando un cigarro. Un auto pasó por la calle. Atrás iban cuatro nenes, pegados al vidrio del costado. De diferentes edades peleaban por un poco de espacio en el vidrio. El Renó diecinueve iba rápido. Los pendejos nos miraron fijo. De diferentes edades. Su boca estaba abierta. Y nos siguieron con la mirada hasta que no nos pudimos ver más. Los seguí con la cabeza, con el aburrimiento y el vacío de la ansiedad. Pensar en una sola cosa te aisla y te remite a un estado de pura búsqueda personal.
- ¿Y, Tano, qué onda?
- Acá está.
Ovillo de papel metalizado.
- Dale, dale cabezón, poné el huequito de la mano.
Me invitó dos más.
y fuimos a fumar un cigarro
de narices en invierno
en la estación
de la una y media
de la mañana
en zapatillas de invierno
sin medias es mejor que
con agujeros
fuimos con pasos de invierno
con piernas entumecidas
y el cuello que tiembla desbordado del frío.
Abajo, en el túnel para pasar de un lado a otro de la calle, los azulejos amarillos, gastados, pintados, al borde de la caída y del estallido. El mismo frío y con menos viento. Dos pibitos estaban durmiendo al lado de la máquina que saca boletos. "Eh, amigo ¿no sale uno de ahí?".
-No guachin, la matamos ahora. Le contestó el Tano. Yo los miraba. No pensar, pensar en nada, la mirada fija, cuelgue.
- ¿Cómo le decís vos?
- Enrosque le digo. Poné que te sirvo.
Nervioso estaba el tano
de lo duro que estaba
"Un día me vas a conocer mi verdadero yo"
me dijo
que le dijo
a la pibita que se venía chamuyando en el tren
"Le comí la cabeza, boludo" dice riéndose. "Pobre".
Pasá cuando quieras
le contesto la piba
le dijo que trabajaba en Liniers
en el puestito
dónde la vió.


TNN
foto: los pibes

miércoles, 12 de mayo de 2010

Don Genaro

Genaro estaba usando esa vieja campera que había encontrado la otra vez, en un baúl donde guardaba cosas en desuso. Puso su mano en el bolsillo y sacó un bollo de papel muy deteriorado. Lo abrió y encontró allí una serie de indicaciones. Se puso los anteojos y las leyó con atención:

_______

Genaro... Por favor:

1- Dale de comer al gato, la comida esta atrás de la puerta de la cocina, cuidado con la bolsa que está rota y se puede caer todo!!


2- Colgá la ropa limpia en la terraza, pero fijate que esta vez le de el sol!


3- Comprá pan y 2 kg de tomates, y caramelos para los chicos de Luciana que vienen hoy.


4- Pagale al jardinero, la plata está en el cajón de la mesa


5- ¡Barré un poco la casa que parece un chiquero!

Genaro recordó cuando hizo todas esas cosas aquel día, hacía ya 9 años. También recordó que esa lista había sido la última de las listas. Ya se le caían las lagrimas cuando leyó un poco más abajo PD: te amo.

Cincuenta y cuatro años de matrimonio junto al amor de su vida, y el vacío de esos últimos nueve se le vino en encima. Era un golpe que no esperaba. Después de un rato subió a la terraza para ver si esta vez había colgado su ropa al sol.

Nitsuga.

- se te apagó todo al rededor se te prendió la mecha si ya escuchás
la pared
la gota de agua
adentro
las cañerías
las ratas
los dientes que se parten
de la rabia siempre oscuros -

b


foto: los pibes

Tanto daño

Sus gritos no se escucharon
Sus llantos no hallaron consuelos
Su boca se secó
Su voz se quebró
Su corazón se marchitó
Se dió cuenta que estaba solo
Y que había sido olvidado

Nitsuga

Tristessa

                                                                                           

Tristessa tiene embotados los sentimientos. No es una actitud cobarde, al contrario, sino que, es el precio de aquellos que quieren vivir las cosas con tal intensidad que, de a poco, van internándose en el otro lado. Algunos como ella, no ven nada verdadero en este mundo y saben que para percibir realmente y ver las cosas como son, tienen que atravesar las puertas…
Cada vez tolera menos la vuelta y espera con ansias regresar a ese estado de plenitud. Aunque no todos son buenos viajes, prefiere esa sensación auténtica y se irrita en aumento ante las emociones triviales que le presenta la cotidianeidad. No entiende como el común de la gente se preocupa tanto por estupideces cuando ni siquiera comprenden que su manera de ver el mundo es incompleta y pobre. No vale la pena intentar persuadirlos tampoco, ya vienen así de fábrica y de años de amaestramiento conservador, opta por recluirse en sí misma y contentarse con la certeza de la iluminación yonqui: genial y dudosa a la vez, tan extraña y rebuscada y frágil, cual castillo de naipes.
Es inmune al amor, al placer sexual, al dolor del cuerpo y a las buenas costumbres. Una vez que pasas ciertas situaciones y experimentas sensaciones extremas, toda emoción menor resulta demasiado superficial y vacía. No tiene miedo. Quiere sentir, pero nada le llega, entonces recurre a su único y fiel amante. La vida es una circunstancia más y no hay nadie arriba que la dirija, sólo hay que sentarse a esperar o tomar las decisiones, lo cual es más difícil porque siempre hay un precio para pagar. Ella es Tristessa, tan profunda e infinita, misteriosa e intensa. No hay otra cosa que hacer más que convivir con ella y aceptarla en su estado o dejarla ir, no va a cambiar y ya deberías saberlo.

agu.-

(*) Arte del disco Momo Sampler de Los Redondos

lunes, 10 de mayo de 2010

El bosque

Cuando empezó a derretirse la nieve del bosque, las personas aparecieron de repente. Yo que había estado solitario, refugiado en mis libros al calor de constantes fogatas, me vi gratamente sorprendido. Acampantes comenzaron a poblar la zona trayendo una atmósfera que jamás habia sentido en ese hogar alternativo. Las fogatas ya no alcanzaban a calentar a tanta gente y pronto comenzamos a poblar el claro aledaño a mi primer lugar de refugio, alrededor de una hoguera constante. El bosque proveía. Toda persona que quisiera entrar al campamento era bienvenida. Sólo había una regla, no podía existir el contacto con el mundo exterior. Iba principalmente destinada a la tecnología electrónica moderna que no te dejaba vivir el momento. Yo ya lo había padecido, como autómata dejaba que vivieran la vida por mí, que me dijeran que pensar, que sentir. Simplemente ser conciente de las manipulaciones no era suficiente, necesitaba más. Poco a poco fui cortando mis raíces, esas que me forzaban a quedarme en el molde aunque no estuviera cómodo con la situación. Al tiempo logré juntar valor y el único rastro que quedó de mi fue una extensa carta arriba de la mesa. Cuasi-filosóficamente contaba las razones por las que debía dejar esa sociedad. Estaba escrita con mis palabras, casi escupidas, sin forma ni patrón, pero Bukowski me había enseñado que mientras hubiera sentimiento la escritura era válida en cualquier forma. Y esa era la forma de expresarse de un disconforme, de un loco. Los primeros en encontrarme en el bosque me relataron cómo fue que quien encontró la carta logró publicarla. Y toda esa gente que se me unió en el campamento aparentemente la habían leido, y nos habíamos conectado, leyeron lo que yo sentí, entendieron lo que yo sentí y finalmente, sintieron lo que yo sentí. Al fin de cuentas, debe haber muchos más locos tal como uno mismo dando vueltas por allí, esperando la reacción en cadena.







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jueves, 6 de mayo de 2010

Un loco lindo

Mi cabeza ya entró en esa especie de embudo que es la vida diaria repetitiva. Una vuelta, dos vueltas, tres vueltas, siempre para abajo.
 Y claro, cada vez se me hace más angosto.¿cuantos giros más iba a aguantar, y cuantas giras? Los animos se agotan, despues de todo, no soy un personaje de Full Metal Jacket.
Pero por suerte terminaba la semana y al salir de la facultad mi amigo me habia invitado porro.
Hacia unas semanas no fumaba, estaba contento, me podia despejar un poco, quebrar el sinfin de pensamientos diarios, siempre los mismos.
En el bondi escuche la radio, algo tenia de malo, ¡Sí!, solo 4 putas estaciones grabadas... ¿tan repetitivo soy? Me encule de toque con todos los pelotudos de turno que hablaban y apague el aparato.
Saque de la mochila el libro que un amigo me regalo. Poco podia entender a Kafka cuando me hablaba sobrio, menos lo iba a poder entender cuando mi atención no se posaba en la misma cosa durante 2 minutos. Pero le di una chance, total, de ultima lo cerraba en Puente Saavedra y dormia hasta casa. Pero me contó una historia maravillosa.
La lei y no me pude contener antes de empezar a leer la ultima pagina de abrir mi propio cuaderno y escribir unas ideas que me habian venido. Queria reescribir el cuento a mi modo, con mis errores.
Pateando a casa me iba acordando de todas las ideas que tenia estando loco, algunas las escribía pero mi sobriedad me hacia tirarlas al otro dia.
Tal vez le deberia dar mas bola a ese loco lindo.






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luces rojas. voy a entrar

Si no había luces rojas, practicamente, no era un martes común. Era el día. Se estaba muy tranquilo en ese puterío los días de semana. . La puerta tenía un polarizado desde el piso hasta el techo. Golpee por favor, el timbre no anda. De la sombra emergía, frecuentemente, Esther. Una mujer con cara de noche. De esas personas que me llevan a pensar qué fue lo que las arruinó. Si el escabio, el marido golpeador, el desempleo o la falopa o todas juntas como una escalerita de dominós que se derrumba en la voracidad de la gran ciudad. Gorda y con unas ojeras como bolsas pendiendo de unos hermosos ojos grises. Casi siempre, en perfecta sintonía con su pelo canoso en las raíces  y con tintura vieja en el resto de la bocha. Mientras buscaba trabajo, veía en los clasificados las solicitudes para recepcionista/telefonista. Siempre me preguntaba cuánto le pagarían a esas mujeres que siempre, sin excepción,  fueron viejas; y siempre pensé lo bien que la pasaría yo, con las luces bajas todo el día, con una heladera repleta de Quilmes, latita, y con las putas bamboléando el culo para todos lados durante mi jornada. Compre dos birras, latita
- Pasá por este cuarto, chiquito.
Había viejos que entraban el viernes con un fajo de billetes y se iban el lunes a la mañana. Increible ¿no?. Una casa de mala muerte. Con olor a mala muerte, con paredes de infierno y con sonidos de purgatorio. Los gritos y ruidos de presentes que se regocijan de placer, que se llueven de hormonas y se funden bien arriba, junto con el humo del cigarro del sahumerio del vapor de la ducha, con los golpes de la ficción del placer por dolor.
Y los viejos con sus billetes y sus esposas y sus hijos en sus colegios privados, todos juntos mostrándose en toalla por el puterío. Todos personificados en esa panza peluda que me pasa por al lado.
- Sabés qué, Esther. Me parece que hoy no voy a pasar.
- Pero ya viste a las chicas, ya elegiste, ya perdieron otros clientes, ya ya ya ya
La gorda me quería hacer pagar por ver. Me quise ir sin pagar por ver. De la cortina no salió la figura de otra telefonista fisura. Un gordo, con los labios tiesos, secos. Los ojos como bolas negras parecían cocidos por los parpados, con fuerza y precisión, a las cejas. Me miraba fijo, inclinado sobre su eje. Haciéndo fuerza con los tobillos. De la campera saqué 10 pesos y una birome.
- Pero loco, yo vengo siempre acá.
Puntazo y a correr.

TNN