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lunes, 13 de septiembre de 2010

Caacupé

Se me salen los pies de la realidad
de la vereda. Corte un grito
un eco,
por los brazos de algún cerro.

Arriba. "donde el verbo crecer deja
de ser insurgente", aseguró, declaró
vociferó, onomatopeyó, para fraseó.
Lloró.

Poca risa hay por los subtes.
No puedo perder de vista la ventana
con la nieve, fuego prendido
arbolito y plasma.

Comodidad."Más no así en los trenes", cantó bailando
una voz más piolita. Luego, la interrupción.
que certera.

De regreso a lo que te importa. Prosiguió:

Me compré un coche,
trabajo para una multinacional,
ahora Gesell es grasa.

Tomo buena pala,
ahora soy exquisito
y peco
porque, también,
empezé a rezar y voy a misa.

Los domingos me hago dos pajas
menos y la lengua me pica en cada esquina.
Rezo tres Ave María por cada bolsa que me tomo.
¿Viste? Ahora tranzo con el Vaticano.

Sisi, cobro bien. Pero me la deliro toda.
Mi cambio no fue estructural.
Modificamos algunas cosas, yo y mi nueva esposa,
que es virgen hasta el matrimonio.

Modificamos todo menos la verdad que nace
cuando estas solo
y las paredes se te caen, encima.

B.

*(Ka´akupe o Ka´aguy kupe, en idioma Guaraní significa, detrás del monte)

1 comentarios:

Un Ojo Mágico dijo...

muy crudo y visual
rico y profundo
adelante sr B!

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