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viernes, 30 de julio de 2010

laboca delrío delaboca

que los gritos
que se salgan
qué me importa

¿a vos no te duele tenerlos cruzados en la garganta?

Los recuerdos de viejos que son se transformaron en alguna aparición en algún sueño de alguna noche. De tan viejos que están ya no son nada. Se rompieron cuando se me rompió la cordura, en mil astillas de hielo, de porcelana o de arena que se deforma con agua. Si ya no sé ni de qué estoy hecho.
¿y, a ella, por qué habrían de gustarle los espejos? Si los odia desde muy niña. La profundidad de los ojos mirando a los ojos. Con tanta mugre en las pupilas que van a la oficina, que desnudan en un hotel o que se tomán un pase en el último vagón del tren.

Arboledas y jardincitos
de sueños que
se quedaron estampados
en la capital

Cuantas libertades
                                                                 para tanta gente diferente
la empina o no la empina,
qué piensa tanto
                                              si se iría al mazo de un solo sorbo.

Si me espera o no,
afuera ya se me derrite la cara
y ahora
en esta plaza de La Boca
soy igual para el cuerdo y para el doblado


quién y qué momento representa la libertad
el reflejo del otro pasando por el del uno
zas!
subjetividad

El que se enlista atrás de un general gordo o el que aprieta con fuerza el paquete del bolsillo, por una calle de La Paz. Nada de frascos con rótulos. En esta mesada, la mierda se nos puede pegar a todos.

B.

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